Antonio Blay Fontcuberta (Barcelona, 1924 – 1985) psicólogo, precursor de la Psicología Transpersonal.
Graduado en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles de la Universidad de Barcelona, inició estudios de Medicina pero los dejó para estudiar Psicología. Se diplomó en Psicología y Psicotecnia por la Universidad Complutense de Madrid e ingresó en la Sociedad Española de Psicología. Se interesó por las teorías del momento que incluían los aspectos humanísticos, pero también por los caminos y métodos trascendentes, tanto occidentales como orientales, que conoció y experimentó en diversos viajes.
Cansado de examinar teorías, puntos de vista, opiniones y creencias diversas, resolvió dejar de lado todo lo que le habían enseñado para investigar por sí mismo, y se comprometió a no aceptar nada que no hubiera experimentado directamente.
Fruto de esta experiencia es el método práctico que desarrolló y que permite redescubrir y experimentar personalmente la identidad profunda del ser humano, sin partir de ninguna creencia.
Tras un breve paso por la Psicología Clínica, se dedicó a difundir sus propuestas por medio de cursos y conferencias y a través de más de treinta libros publicados. Para muchos de los asistentes a estos cursos fue un maestro espiritual que cambió sus vidas.
Testimonios
“Encontrar a Antonio Blay ha sido un punto de inflexión en mi vida, pues me permitió liberarme de la sensación de engaño e incapacidad que anteriormente dominaban mi existencia.”
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“Tengo siempre muy presentes unas palabras de Blay respecto a la aplicación de su fórmula de trabajo que describe lo que he experimentado y que más o menos dice que los efectos del trabajo espiritual son dos: «hacia afuera la madurez y hacia dentro la plenitud»
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“Agradezco profundamente la entrega de Blay a la hora de plasmar en su obra su propia experiencia personal, para mi encontrarlo ha supuesto un cambio radical en mi vida, un antes y un después.”
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“Para mí la obra de Blay ha supuesto encontrar un nuevo prisma a la vida, aceptando la realidad que se presenta ante uno, y protagonizándola con libertad y plena conciencia ”
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“Personalmente, me ha ayudado muchísimo a dar una orientación clara y foco a esa demanda interna de comprensión, de paz, de conexión que había experimentado desde temprano, y que no hallando respuestas me conducía a una vivencia con un trasfondo algo triste”
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“Probablemente sería más acertado decir que la línea de pensamiento de Antonio Blay me encontró a mí que al revés, ya que, en mi caso, había una búsqueda interna y psicológica con avances y retrocesos previos, así como una insatisfacción intermitente. Mi llegada a su enseñanza fue el resultado de una demanda y una aspiración interna insatisfecha, que abarcaba aspectos tanto psicológicos como espirituales.”
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“Para mi conocer a Antonio Blay ha representado que la adquisición de conciencia sobre uno mismo es lo que te puede dar la oportunidad de modificar las vivencias que perturban tu estado esencial y que en la mayoría de casos, estas alteraciones se convierten en nerviosismo, sufrimiento, insatisfacción, etc.”
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“Conocer la obra de Antonio Blay, me ha permitido aprender a estar despierto para reconocer que no soy la historia que ha querido creer el personaje, sino la libertad del ser que soy a través del amor, la energía y la inteligencia como manifestación de eso que es divino en mí y en los demás.”
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“Blay es la certeza de conocer lo verdadero y poder aplicarlo a la vida”
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“Conocer la obra de Blay, ha supuesto tener, más ganas de amar, más ganas de entender el mundo en el que vivo, más ganas de mejorar en todos los ámbitos de mi vida”
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“Para mí conocer la línea de Antonio Blay representó un dejar de buscar el origen y la solución a mi malestar psicológico y existencial…. Fue como si de repente tuviera la foto del puzle y las instrucciones para poner cada pieza en su sitio. Y ahí estoy, montándolo…”
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“Me impresionó su claridad y lucidez. Tenía la impresión que hablaba conmigo y todo lo que decía se reflejaba en mi día a día. No utilizaba frases grandilocuentes ni ininteligibles, su lenguaje claro y directo llegó a lo más profundo de mi ser.”
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“Encontrar a Antonio Blay fue para mí un soplo de aire puro. Ante la confusión reinante en el ambiente y en mi mente, escuchar a alguien decir que no tienes que llegar a ser porque ya eres fue revelador.”
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“Conocer el trabajo de Blay me ha permitido abrir las puertas a una nueva vida que no tenía nada que ver con lo que me pensaba. He pasado de creer que no era nadie a recuperar el sentido de mi existencia y tratarme con el respeto y amabilidad que necesitaba”
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“Ha día de hoy puedo decir sin temor a equivocarme que la obra de Blay está dando respuestas a dos preguntas que me persiguen desde hace mucho tiempo; ¿Quién soy yo? y ¿Qué hago aquí? así que al igual que el Potencial ilimitado que él señalaba como nuestra Esencia, mi gratitud hacia su obra también es ilimitada.”